viernes, 28 de noviembre de 2008








Naturaleza, cultura y valores educativos:
Sociedad cambiante y axiología educativa.





La naturaleza y la cultura han sentado en ciencias de la educación una de las clásicas antinomias, ya que la primera significa lo dado, estable, objetivo, genético y constitucional, habla de la espontaneidad, del antifinalismo, desarrollo, determinismo y fijeza; en cambio la cultura enarbola lo adquirido, subjetivo, movedizo, ambiental y cambiante, es intencionalidad, finalismo, cambio, libertad y movilidad. Rousseau las definió antagónicas, mientras la naturaleza era autentico hontanar de la educación, la cultura y la sociedad eran el origen de la perversión y deformación de los hombres.


Desde el punto filosófico, los valores son objetivos si se sustentan en la naturaleza, en los bienes y en los seres, no resultando en este caso susceptible al cambio. Son subjetivos, si nacen de la cultura y de la sociedad y a la vez son cambiantes y modificables.


Sociedad cambiante y progreso

A través de los años, desde los albores de la filosofía, el progreso y el cambio ha ocupado a pensadores como Heráclito, Platón y Aristóteles, pasando por el Renacimiento en donde el progreso aparece y parte hacia la responsabilidad de cambiar y mejorar las condiciones de vida de los hombres.
Las reformas protestantes, liberales y liberalizadas hicieron girar esta postura hacia la aceptación y el fomento al progreso. La ciencia tiene su auge en este tiempo, siendo Galileo Galilei el principal científico y por lo tanto el progreso.

El cambio social tiene dominio sobre la sociología a finales del siglo XIX y XX, consecuencia de las tesis evolucionistas de Carlos Darwin.

El progreso y el cambio distinguen a las sociedades modernas y por ello se habla de modernización. La sociedad moderna se opone a la sociedad tradicional. Esta se sitúa en la estabilidad, en su escasa diferenciación, su bajo nivel de urbanización y de instrucción; la sociedad moderna es alto nivel de diferenciación, de urbanización, instrucción y de medios de comunicación de masas.


W.E. Moore propone esta definición de cambio social:
“Es la alteración apreciable de las estructuras sociales (los patrones o pautas de acción e interacción social), incluidas las consecuencias y manifestaciones de esas estructuras que se hallen incorporadas a las normas (reglas de comportamiento), a los valores y a los productos y símbolos culturales.”

El cambio en los valores es el aspecto más importante de los cambios estructurales. Los cambios en los valores sociales han requerido en la historia sucesión de muchas generaciones, pero la aceleración de la vida actual el cambio en los valores es mas corto.

Cultura y Valores educativos

La cultura tiene relación mas estrecha con la educación que la naturaleza, siendo que la educación es trasvase de la cultura.
Jonh Dewey escribió:
“Cada una de esas grandes épocas ha dejado tras de si una especie de depósito cultural, como un estrato geológico. Estos depósitos han encontrado su camino en las instituciones educativas bajo la forma de estudios, planes de estudio, distintos y tipos diferentes de escuelas. Con el rápido cambio de los intereses políticos, científicos y económicos del ultimo siglo ha debido atenderse a nuevos valores”.

Los valores educativos no deben ser ni totalmente relativos ni abiertamente absolutos.
1.- Por la naturaleza del valor, el cual no es objetivo ni subjetivo, sino objetivo y subjetivo a la vez, desde el fundamento filosófico
2.- Por la influencia de los cambios sociales en la fluctuación axiológica.
3.- Por la imposibilidad de validez general de una teoría educativa.
4.- Por el carácter histórico de la humanidad y de cada persona.
5.- Por las características de culturalidad y temporalidad del ser humano, sometidos a los vaivenes cronológicos y culturales.
6.- Por el carácter evolutivo de la especie humana y de cada individuo, tributario de un ritmo de desarrollo.
7.- Por la falibilidad epistemológica propia de la humanidad, la cual puede autocorregirse y completar la visión de la verdad o descubrir la falsedad revestida de apariencias verídicas.
8.- Por la mutabilidad hacia una perfección mayor, comprobable en el hombre y en el mismo ser contingente.

En la naturaleza humana, la mutabilidad de los valores es un privilegio y gracias a esto pueden corregirse planteamientos erróneos, que se creyeron óptimos en tal época o cultura especificas.




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